06 mayo, 2007

Encubrimientos, Complicidades y Represalias

Se ha asentado ya como algo plenamente documentado el que precisamente al poco tiempo de que Francisco Barrio se instaló como Gobernador de Chihuahua y habiendo nombrado como su Procurador General de Justicia al "incorruptible" Francisco Molina Ruiz instalando al mismo tiempo en Ciudad Juárez como Sub-Procurador de Justicia al ciudadano norteamericano egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara Jorge López Molinar, el narcotráfico empezó a florecer sin mayores problemas en el Estado de Chihuahua con un auge tan espectacular que en pocos años ya estaba instalado en dicho Estado operando en la más completa impunidad y con la presunta protección y complacencia de las autoridades estatales panistas el temible Cártel de Juárez. Hablaremos a continuación sobre un agente policiaco que fué asesinado en Chihuahua en el cumplimiento de su deber, cuando estaba investigando precisamente la penetración que estaba teniendo el narcotráfico en las esferas de las agencias encargadas de la procuración de justicia en dicho Estado. Se trata del caso del agente Felipe Javier Lardizábal Hernández, el cual empezó a descubrir cosas terribles, pero que estaba muy lejos de imaginarse que el verdadero enemigo estaba situado muy arriba en las estructuras de mando del gobierno chihuahuense, un enemigo extraordinariamente peligroso que estaba infiltrando los estratos clave no sólo del gobierno estatal sino de la sociedad chihuahense entera con la finalidad de dar cumplimiento a sus propios intereses y su propia agenda secreta, un enemigo formado por fanáticos ultraconservadores dispuestos a pactar con el mismo Diablo al grado de terminar forjando alianzas con los zares del narcotráfico con el fin de poder saciar una ambición desmedida de poder y riquezas.

El agente Felipe Javier Lardizábal fué visto vivo por última vez por sus familiares el 24 de mayo de 1993, desapareciendo el mismo día sin dejar rastro. Su desaparición tal vez habría pasado desapercibida, a no ser porque un mes después, el 24 de junio de 1993, los familiares de Lardizábal revelaron que Felipe era un agente que no sólo trabajaba para la Procuraduría de Justicia del Estado de Chihuahua sino que estaba llevando a cabo una investigación crucial para poner al descubierto vínculos importantes entre la Policía Judicial del Estado y narcotraficantes que se presume laboraban para el Cártel de Juárez, lo cual lo podemos confirmar con la lectura de la siguiente nota aparecida en primera plana el viernes 25 de junio de 1993 en el periódico NORTE de Ciudad Juárez:

Informe Secreto de Policia Desaparecido

SEÑALA A JUDICIALES NARCOS

Revelan familiares que Lardizábal investigaba el narco en la Judicial.

Un agente de la Policía Judicial del Estado desaparecido hace un mes, estaba realizando una investigación encubierta sobre los nexos entre agentes y jefes de la corporación y narcotraficantes.

En varios informes que los familiares del agente Felipe Javier Lardizábal encontraron, se consignan indicios y elementos que indican que agentes de la corporación no sólo protegen a narcotraficantes, sino que transportan droga en los propios vehículos oficiales.

(Rosa Lardizábal, hermana de Felipe) dijo que cuenta con una copia de la grabación donde el procurador Francisco Molina acepta que su hermano trabajaba como informante y además sabía de las investigaciones sobre las supuestas actividades de narcotráfico de comandantes y jefes de grupo de la corporación.

Poco tiempo después de que aparecieran estas declaraciones en la prensa, el 26 de junio de 1993 la hermana de Felipe Lardizábal, Rosa, fué amenazada de muerte, tras lo cual ella acusó a varios funcionarios dentro de la Policía Judicial del Estado de la desaparición de su hermano. Cuatro días después, el 30 de junio de 1993, el Procurador de Justicia del Estado Francisco Molina Ruiz (quien ya para entonces se sospechaba que junto con el Sub-Procurador de Justicia Jorge López Molinar estaban solapando las actividades del Cártel de Juárez siguiendo instrucciones muy precisas del Gobernador Francisco Barrio al respecto) declaró ante una atónita sociedad chihuahuense que "No hay delito que perseguir", negándose a investigar la desaparición de Felipe Lardizábal y negando terminantemente que Lardizábal hubiese trabajado para el Gobierno del Estado de Chihuahua, mandando con esto las denuncias y las revelaciones de los familiares de Lardizábal al cesto de la basura. El crimen hubiera quedado relegado y olvidado de no ser porque casi medio año después, el 16 de noviembre de 1993, por pura casualidad y no como resultado de alguna acción investigativa llevada a cabo por la Procuraduría de Justicia del Estado de Chihuahua, los restos de Felipe Lardizábal fueron descubiertos en arenas del Lote Bravo al sur de la ciudad por varios trabajadores de la industria de la construcción. El cadáver fué encontrado maniatado con unas esposas "Smith & Wesson" y con huellas de tortura. Resulta instructivo ver las declaraciones de los familiares de Lardizábal en torno al asunto, empezando por el siguiente extracto aparecido el viernes 17 de noviembre de 1993 en el periódico Norte de Ciudad Juárez:

Acusan de Crimen a Jefes Judiciales

Los principales sospechosos del crimen de Felipe Lardizábal son el Coordinador de la Policía Judicial del Estado, Javier Benavides, y el Ex-Comandante de la Corporación en Juárez, Jesus Buil Issa, dijo ayer el padre de Felipe Javier.

El padre dijo que el Gobernador Francisco Barrio Terrazas tiene la última palabra y espera que entregue a su gente. Indicó que no le quedaba duda de que los asesinos de su hijo están dentro del poder. Dijo que antes de desaparecer, su hijo le comentó que había recibido amenazas de muerte de Benavides, el cual le expresó 'que lo iba a asesinar y a despedazar'. Señaló que los principales sospechosos Jesus Buil Issa y Javier Benavides están protegidos, y prueba de ello es que al primero se le permitió que cambiara de estado y al segundo que siguiera amparado detrás del poder.

Indicó que por fortuna en el momento del rescate de los restos de su hijo se encontraban varios periodistas, ya que de haber estado sólo los judiciales, éstos seguramente los llevarían con los cadáveres reubicados del Panteón Municipal y buscarían que se confundieran con uno de ellos.

Tenemos a continuación también lo que dice la siguiente nota periodística publicada el viernes 17 de diciembre de 1993 en el periódico DIARIO DE JUAREZ (hoy conocido como El Diario):

El expresidente del Comité Municipal del PAN y actual dirigente del Frente de Organización Ciudadana (FOC), Sergio Hayen Chávez, quien también acudió al sepelio, dijo que las autoridades no han iniciado ninguna 'investigación real' para dar con los asesinos, pues existen entre los involucrados 'muchos allegados al gobernador'.

Y de nueva cuenta, pese a que ya se tenía un cadáver y ya se contaban con acusaciones concretas, en una serie de acciones orquestadas e implementadas de inmediato desde las mismas oficinas del Procurador de Justicia del Estado Francisco Molina Ruiz en estrecha colaboración con el Sub-Procurador Jorge López Molinar bajo cuya jurisdicción entraba el esclarecimiento del caso, todo el andamiaje del aparato estatal se movilizó para dejar el crimen del agente Felipe Lardizábal en la más completa impunidad con cosas que se antojan francamente aberrantes, según lo podemos constatar en la siguiente nota aparecida el jueves 19 de diciembre de 1993 en el periódico NORTE de Ciudad Juárez:

Policías sospechosos investigan un crimen

Denuncian familiares de Lardizábal investigación irregular

A pesar de que se le señaló como uno de los sospechosos de la desaparición de Felipe Javier Lardizábal, Alfonso Carrasco, agente de Asuntos Internos de la Procuraduría de Justicia del Estado, forma parte del grupo que se encargará de investigar el caso.

Obsérvese bien lo que estaba siendo denunciado por los familiares del agente inmolado: uno de los acusados del crimen de Felipe Lardizábal investigándose a sí mismo. Aún si le concedemos el beneficio de la duda a todos los agentes señalados como sospechosos por los familiares de Felipe Lardizábal y suponemos que son inocentes (lo cual a estas alturas se antoja poco creíble), el hecho de encargarles a los mismos sospechosos una investigación oficial de índole penal sobre ellos mismos es tan irregular y tan burdo que se antoja casi imposible que algo así haya ocurrido bajo la "procuración de justicia" otorgada por Francisco Molina Ruiz. Sin embargo, ocurrió, y allí están las evidencias históricas para confirmarlo.

El caso del agente Felipe Javier Lardizábal es particularmente trágico porque hay otras evidencias y elementos de investigación que permiten suponer la fuerte posibilidad de que si la desaparición se hubiese investigado de inmediato procediendo con el arresto e interrogatorio oportunos de los funcionarios y agentes del Gobierno del Estado de Chihuahua involucrados en la desaparición de Lardizábal (en lugar del encubrimiento llevado a cabo desde altos niveles junto con el menosprecio oficial hacia las denuncias hechas con bastante antelación por los familiares de Lardizábal), Felipe Javier Lardizábal podría haber sido rescatado con vida. Desde luego, esta no es la justicia imparcial y expedita que había prometido Francisco Barrio Terrazas cuando era un simple candidato panista a la Gubernatura del Estado de Chihuahua, ni es la justicia que estaban esperando muchos de los que votaron por él. Sin embargo, tratándose de los usufructuarios de las redes del poder, la cosa es distinta. De un artículo publicado en Internet por la organización Periodistas Frente a la corrupción titulado "Atropello a la Libertad de Expresión", extraído a su vez de la revista chihuahuense Semanario, podemos leer lo siguiente:

En Ciudad Juárez, Chihuahua, (población en la frontera con Estados Unidos, en el norte de México) se libra una batalla por la libertad de expresión. El ex Comisionado de Policía del alcalde panista Gustavo Elizondo, (renunció el 18 de septiembre), Javier Benavides, con viejos señalamientos públicos y en los medios periodísticos sobre presuntos nexos con el narcotráfico, con un expediente abierto en la Séptima Agencia del Ministerio Público Federal en Ciudad Juárez (No. 36/99), por el delito de narcotráfico, acusó a los periodistas Luis Villagrana y Antonio Pinedo, del delito de difamación y calumnias, por reportaje de la autoría del primero de ellos y publicado en la revista de circulación estatal Semanario, del 28 de febrero de 2000. En el trabajo periodístico se relata como policías municipales a su mando escoltaban cargamentos de droga con destino a los Estados Unidos. El trabajo fue premiado el 7 de junio pasado por la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, como el mejor del año con la "Columna de Plata".

En Ciudad Juárez hay cerca de mil órdenes de aprehensión rezagadas, por lo menos desde 1998, sin embargo la orden contra el periodista Antonio Pinedo se ejecutó en menos de 24 horas, y el caso se radicó con una juez de consigna, quien le libró auto de formal prisión, con argumentos absurdos y con criterios opuestos a los esgrimidos por ella misma en la averiguación 129/99, también contra un periodista juarense por el presunto mismo delito.

El policía Javier Benavides, trata con este esclarecimiento de limpiar su imagen, ya que, es público, ha sido llamado por Francisco Molina Ruiz, del equipo de transición de Vicente Fox, para colaborar en el eventual puesto que el ex senador panista tendría en el gabinete de Fox. Benavides tiene una serie de múltiples señalamientos públicos por ligas con el narcotráfico, por lo menos desde 1993, cuando fue asesinado un informante de la Policía Judicial de Chihuahua y a él se le señala como copartícipe, esos hechos no han sido esclarecidos y la hermana de la víctima Javier "El Negro", Lardizábal, pide justicia.

El periodista Antonio Pinedo al momento de su detención el 19 de septiembre pasado, dijo que la acción correspondía a un intento de Benavides por limpiar su imagen, ya que tiene en su futuro un importante puesto en el aparato de procuración de justicia de Vicente Fox, al lado de Francisco Molina Ruiz, este último señalado por el especialista en seguridad nacional y narcotráfico Jorge Fernández Menéndez, como gente ligada al crimen organizado en su libro "Narcotráfico y Poder", el periodista escribe para Milenio Diario y Milenio Semanal.

Como podemos inferir de la lectura del artículo, el corrupto Francisco Molina Ruiz eventualmente se convertiría en Senador de la República. Sin embargo, no se convertiría en Senador lanzándose por el voto directo del pueblo, puesto que un sujeto tan corrupto y tan inepto con un historial tan negro jamás habría obtenido ni siquiera un puñado de votos al quedar expuestas sus corruptelas en los debates sostenidos frente a sus posibles contrincantes ante la presencia de los medios. Logró su puesto al ser lanzado por el Partido Acción Nacional como candidato a Senador por la vía plurinominal, con lo cual no tenía necesidad de contender por el voto directo del pueblo, y al ser lanzado por esta vía torcida se aseguró previamente de que él estuviera encabezando la lista de candidatos plurinominales de Acción Nacional para que así no hubiese forma alguna de que perdiese, así no votaran por el PAN ni siquiera el diez por ciento de los que acudieran a las urnas. E inclusive en su candidatura para tal puesto por parte del PAN, Francisco Molina Ruiz no hizo ni obtuvo absolutamente nada por mérito propio. Logró dicha candidatura gracias a que su "padrino" e inseparable cómplice en la amplia carrera delictiva de ambos, el corrupto Gobernador de Chihuahua Francisco Barrio Terrazas, metió su brazo fuerte dentro del PAN cuando éste último aún tenía mucha fuerza política dentro de dicho partido, aunque de cualquier modo no fue nada fácil imponerlo como candidato dados los negros antecedentes de Francisco Molina Ruiz, y su postulación impugnada por muchos prominente panistas por poco ocasiona un cisma dentro de Acción Nacional. Pero aquí nos estamos adelantando a nuestra historia.

Así pues, si bien el Procurador de Justicia Francisco Molina Ruiz jamás dió trámite alguno a muchas de las denuncias y demandas de Justicia que llegaron a sus manos, en ciertos casos como los de su buen amigo y funcionario público presuntamente vendido a los intereses de los grandes cárteles de la droga Javier Benavides la procuración de justicia se movía en forma extraordinariamente rápida con el beneplácito de su jefe el Gobernador Francisco Barrio, todo ello sin recibir jamás reproche o crítica alguna en ningún medio de comunicación de parte del "paladín de la libertad de expresión" Javier Corral Jurado cuando fungía como Presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso del Estado. Cabe agregar que en el ataque frontal emprendido por Javier Benavides con la ayuda de su amigo el Procurador Francisco Molina Ruiz en contra del periodista Antonio Pinedo, éstas represalias intentaban acallar inútilmente algo que corría ya desde hace tiempo en boca de muchos periodistas y medios de comunicación, entre los cuales podemos citar al conocido informador Juan Ruiz Healy quien elaboró un artículo fechado en el mes de noviembre del 2001, publicado en Internet en su página Web "A Fondo", en donde se puede leer lo siguiente:

Y nos preguntamos, ¿será verdad ... que uno de los responsables de una década de ilícitos, de acuerdo a los periodistas citados (Antonio Pinedo, director de la revista Semanario, José Acosta conductor de Informativo 800 Radio, Alberto Ponce de León de Semanario, y Jorge Luis Aguirre de Frontenet), es Javier Benavides, ex jefe de la policía juarense y hombre de todas las confianzas de Francisco Molina Ruiz (también relacionado con el narcotráfico, según investigaciones de Pinedo y la revista Semanario), actual oficial mayor de Secodam y ex procurador del estado de Chihuahua durante el gobierno de Francisco Barrio, cuando el Cártel de Juárez está en su apogeo que no termina?

En el siguiente recorte periodístico tenemos una fotografía de Javier Benavides. Esto es algo que apareció en la primera plana de la sección local del periódico NORTE de Ciudad Juárez en su edición del miércoles 13 de abril de 1994, en donde podemos ver a Javier Benavides en el extremo derecho, esto sobre una nota de muchas que cubre tan sólo uno de los numerosos escándalos en los que se ha visto involucrado a lo largo de su carrera "al servicio del pueblo de México" este corrupto beneficiario del Panismo-Yunquismo en el poder tan estrechamente ligado a los cárteles de la droga:





Ya para mayo de 1996, la situación se estaba volviendo inaguantable tanto para el corrupto Gobernador Francisco Barrio Terrazas como para su igualmente corrupto Procurador de Justicia Francisco Molina Ruiz:





y posiblemente este inepto cuan corrupto Procurador de Justicia se hubiera visto en la necesidad de tener que terminar corriendo despavorido de sus oficinas para evitar ser linchado a manos de un pueblo chihuahuense cansado de tanta corrupción e impunidad, a no ser que gracias a las súplicas lloriqueantes de Francisco Barrio hechas ante el entonces Procurador General de la República y por añadidura panista Antonio Lozano Gracia, Francisco Molina Ruiz fue relevado de su cargo para ser premiado en la Ciudad de México dándosele el cargo de Comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD). Sobre este gran premio dado a uno de los más grandes casos de corrupción e ineptitud que se hayan dado no sólo en el Estado de Chihuahua sino posiblemente en toda América Latina, podemos leer lo siguiente publicado a plana completa por el periódico DIARIO DE JUAREZ el lunes primero de abril de 1996 en la página 3B:

Molina Ruiz y Chávez Chávez, ¿premio a su labor?

Los sigue la sombra de lo que no hicieron

Sus nombramientos en el INCD y como procurador siguen causando asombro

No hubo esclarecimiento de crímenes, no se aclararon las vendettas, ni se realizaron grandes decomisos a capos

Con las secuelas del gozo que causaron sus nombramientos como comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD) y procurador general de Justicia en el Estado, Francisco Molina Ruiz y Arturo Chávez Chávez enfrentan la duda pública, pues ninguno aclaró ni terminó crímenes y mafias policiacas.

'Con estos nombramientos se está pisando la dignidad de los chihuahuenses, porque habemos gente que los sabemos guiñapos de alguien y que son incapaces de guiarse sin intereses', dice Rosa María Lardizábal, hermana del ex judicial Javier El Negro Lardizábal Hernández, asesinado en 1993 por supuestos compañeros vinculados al narcotráfico.

La desaparición y asesinato de Lardizábal sucedió un mes después de que envió informes a Chávez Chávez -para quien trabajó en Asuntos Internos-, en los que reseñó la formación de un grupo de narcotraficantes, que involucraba a elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE) y la Policía Judicial Federal (PJF).

Durante el tiempo que desempeñó el cargo (de Director de la Contraloría de Asuntos Internos de la Procuraduría General de Justicia en el Estado), de diciembre de 1994 a marzo de este año (1996), Chávez Chávez no encarceló a ninguno de los capos del narcotráfico que hay en Chihuahua, ni tocó sus cargamentos. No reconoció la corrupción en sus filas ni las infiltraciones denunciadas por él semanas antes de asumir a la titularidad de la delegación.

Javier Lardizábal fue visto por última vez en compañía del ex primer comandante de la PJF Zona Norte, Jesús Buil Issa, la tarde del 27 de Mayo de 1993. Ambos llegaron al hotel Monte Carlo, de esta ciudad, donde se hospedaba ese día Javier Benavídes González, entonces director de la dependencia, y ahora asesor de Molina Ruiz dentro del INCD.

De acuerdo a la cronología que estableció la averiguación previa, Lardizábal llegó a Juárez procedente de Delicias el 25 de mayo, y se entrevistó por espacio de tres horas con Buil Issa en las instalaciones de la PJE el día que desapareció. De ahí, según declaró el ex comandante, lo llevó al hotel y no supo más.

Por encargo del gobernador, Chávez Chávez se entrevistó en junio de 1993 con Rosa María Lardizábal, para decirle que la desaparición de su hermano se esclarecería. En esa primera entrevista, asegura la mujer, el funcionario aceptó que El Negro trabajaba para él, y le aseguró que su hermano estaba vivo.

Después, ni Chávez Chávez ni nadie más dentro de la PGJE aceptó el hecho, e incluso el sub procurador en la Zona Norte, Jorge López Molinar, declaró al programa Ocurrió Así, transmitido por la cadena Telemundo, que Lardizábal jamás fue policía, aunque lo amparó la credencial número 43 de esa dependencia.

El caso Lardizábal ilustra con 'ejemplos vivos' la corrupción, los intereses políticos y la mafia que existió dentro de la Policía Judicial del Estado dependiente de Francisco Molina Ruiz y su actual asesor, Javier Benavídes.

En un documento enviado el 6 de marzo de 1993 a Chávez Chávez, Javier lo enteró de la formación de un grupo de narcotraficantes y la participación que tenían en él algunos elementos de la PJE. Le dió nombres de los policías, de los narcos y de los gatilleros a su servicio, e incluso refirió el acribillamiento de Rufino Herrera, acribillado por una supuesta venganza de mafias.

El documento lo redactó en las oficinas locales de la Contraloría, en presencia de otros agentes encubiertos, pero Chávez dijo que nunca los leyó porque Lardizábal nunca laboró en Asuntos Internos.

Recuerda Rosa María el incidente: 'En cuanto me dijo eso comprendí que perdía mi tiempo; me mintió rotundamente. Unos días antes mi hermano Sergio le había mostrado esos papeles, y aún así tuvo el descaro de mentirme y sostenerme que nunca los había visto. Eso me aclaró el panorama, me dejó en claro muchas cosas.'

El hermano de El Negro (el agente Lardizábal) y Enrique Martínez descubrieron en su investigación -autónoma a la realizada por la PGJE-, que en el hotel Monte Carlo se hospedó Javier Benavides González del 25 al 28 de mayo. Benavides y Buil Issa son parientes políticos, según Lardizábal.

Aunque Chávez Chávez declaró también que jamás recibió ese oficio, Buil Issa salió de la comandancia después del escándalo y retornó a la ciudad como efectivo de la Policía Judicial Federal en diciembre de 1994, el mes en que Chávez asumió el cargo como delegado de la PGR.

Y así, en los cinco años restantes (1993-1998) tras la ejecución planificada del agente Felipe Lardizábal, Francisco Barrio Terrazas permaneció cómodamente en su puesto como Gobernador del Estado de Chihuahua mientras el caso del asesinato del agente Lardizábal permaneció completamente estancado sin que se hiciera absolutamente nada al respecto para localizar y llevar a sus asesinos ante la Justicia. Y de cualquier modo, en virtud del tiempo transcurrido, aún si en estos momentos el mismo Francisco Molina Ruiz en una borrachera confesara ante los medios haber ordenado él mismo el asesinato del agente Felipe Lardizábal así como el posterior encubrimiento del crimen, no le vendría ya ninguna acción penal en su contra al haber prescrito legalmente las acciones que se podrían haber tomado en contra de los asesinos, tanto los autores materiales como los autores intelectuales. Quizá lo más increíble de todo es que, con tan negros antecedentes encima, el corrupto cuan imbécil ex-Gobernador de Chihuahua Francisco Barrio Terrazas no sólo haya recibido de manos del pro-Yunquista Vicente Fox en el año 2000 la titularidad de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (SECODAM) y el inmerecido apelativo de zar anticorrupción, sino que en su muy limitado y destartalado cerebro se haya sentido con los méritos suficientes como para poder aspirar a ocupar la Presidencia de la República, confiado tal vez en que por pura inercia el sólo impulso con el que había comenzado su carrera política en 1983 lo llevaría de forma casi automática a ocupar la silla presidencial como si realmente fuese muy merecedor de que el pueblo de México le diese tal distinción. Sólo la acción del tiempo y el repudio manifiesto del mismo pueblo chihuahuense hacia su persona, ya no se diga del resto de México, se encargarían de bajarle los humos y desinflarle sus delirios de grandeza.

En lo que toca al desempeño de Francisco Molina Ruiz al frente del Instituto Nacional de Combate a las Drogas, conociendo sus negros antecedentes eran previsibles los resultados que este individuo terminaría entregando al frente de dicha dependencia: nulos. La labor que hizo al frente del INCD fue tan mala que eventualmente Francisco Molina Ruiz tuvo que ser removido de su cargo como Comisionado del INCD y eventualmente el mismo INCD tuvo que ser desaparecido dada la putrefacción que terminó corroyendo sus entrañas en todo el tiempo en que Francisco Molina Ruiz estuvo al frente de dicho Instituto, una putrefacción tan extendida que continuó después de que Molina Ruiz salió del mismo. (La Fiscalía Especializada para Atención de Delitos contra la Salud o FEADS terminó sustituyendo al INCD después de que su titular, el General Jesús Gutiérrez Rebollo, fuera encontrado culpable de estar protegiendo a un viejo conocido de los políticos chihuahuenses más corruptos, a Don Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, como muchos suponen que estuvo ocurriendo tiempo atrás en el mismo INCD cuando estaba bajo el mando del predecesor del General Rebollo, Francisco Molina Ruiz.)

Cualquier persona sensata diría que, con un historial tan vergonzoso a sus espaldas, Francisco Molina Ruiz debería haber quedado inhabilitado de por vida para ocupar cualquier cargo público. Pero no fue así. Tras el paso sin trascendencia de Molina Ruiz por el Senado de la República con un desempeño gris en su escaño marcado por nulos resultados sin iniciativas o propuestas suyas que valgan la pena mencionar, en cuanto Francisco Barrio -atendiendo la oportunidad que le dió Vicente Fox para convertirse en el pomposo "zar anticorrupción" de todo México- se trasladó a la Ciudad de México para convertirse en el Secretario de la SECODAM, se llevó consigo a Francisco Molina Ruiz para instalarlo dentro de la SECODAM con el alto cargo de Oficial Mayor. Y esta vez, la crasa incompetencia de Francisco Molina Ruiz terminaría hundiendo al mismo Francisco Barrio al quedar la SECODAM en el más completo y absoluto ridículo con el escándalo del Pemexgate. Precisamente en esto estuvo metiendo las manos Molina Ruiz dizque ayudando con sus "sabios consejos" a Francisco Barrio. Precisamente él fué quien le dió las seguridades de que pronto habría peces gordos en la cárcel. Y Francisco Barrio, demostrando no sólo ser un corrupto de altos vuelos sino también un imbécil en toda la extensión de la palabra, se la creyó. Este escándalo junto con otros más que no se añadirán aquí para no hacer la lectura más cansada, originó que en el año 2003 con el pretexto de tener que contender por su diputación plurinominal para Diputado federal, Francisco Barrio se viese prácticamente obligado a abandonar su puesto como Secretario de la SECODAM. En un artículo titulado "El Paso sin huella del 'zar anticorrupción' " publicado en marzo del 2003 por la revista PROCESO en su número 1376, podemos ver un buen resumen de la impresión que dejó Francisco Barrio en su paso por tan importante dependencia pública:

Habló mucho. Demasiado. Hijo al cabo del ‘gobierno del cambio’, como éste se desbordó en promesas, levantó expectativas que, al final, fue incapaz de cumplir: Ni ajustó cuentas con el pasado ni logró hacer que cayeran los ‘peces gordos’ de aquellos años dorados de la corruppción priista. Francisco Barrio, mitificado por el presidente Fox como el implacable ‘zar anticorrupción’, finalmente deja la Secretaría de la Contraloría con una cauda de tareas a medias, errores, enfrentamientos de gabinete y fracasos que, por cierto, han estado muy presentes en su trayectoria política...

Ahora buscará salvar su capital político —desde que llegó al gabinete se le consideró uno de los más firmes aspirantes a la candidatura panista por la Presidencia de la República en 2006— como el próximo líder del PAN en la Cámara de Diputados.

El caso del desvío de más de 60 millones de pesos de la Lotería Nacional quedó en el aire; la denuncia por la compra de aviones en la Policía Federal Preventiva, que implica alrededor de 114 millones de pesos, está congelada en la PGR; y en la auditoría especial a programas financiados con recursos federales en Chiapas, cuyas irregularidades importan unos 174 millones de pesos, sólo cayeron ‘charales’.

Igualmente, las promesas de investigar a Carlos Salinas de Gortari; al ex gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, y al exsecretario de Turismo Óscar Espinosa Villarreal, hechas el 22 de agosto de 2001 a los dirigentes nacionales del PRD, quedaron en el aire.

Barrio también tuvo fuertes confrontaciones públicas y privadas con otros miembros del gabinete: el procurador Rafael Macedo; el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz; el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, y, soterradamente, con el secretario de la Defensa Nacional, Gerardo Clemente Vega García.

Su relación con Macedo se enfrió cuando la denuncia contra Carlos Salomón Cámara quedó congelada en la PGR, pues se decretó el ‘no ejercicio de la acción penal’ en la averiguación previa 1335/FESPLE/01.

Mencionado como aspirante a la Presidencia de la República, finalmente Barrio fue presionado por el PAN para que sea candidato a diputado en las elecciones del próximo 6 de julio, con la posibilidad de que coordine a su bancada.

Así, el pasado viernes 14 de marzo, a las nueve de la mañana, convocó a sus más cercanos colaboradores a una reunión. Frente a los subsecretarios Alejandro Torres Palmer y Jesús Mesta, así como el oficial mayor, Francisco Molina, anunció que abandonaba la Secodam.

Al mediodía, el vocero presidencial, Rodolfo Elizondo, evitó “oficializar” la renuncia de Barrio, pero admitió que habría cambios en el gabinete por las invitaciones del PAN a varios funcionarios para ser candidatos.

Unas horas después, en un breve comunicado, la dirigencia nacional del PAN confirmó que Barrio será candidato a diputado.

Lo que muchos en aquél entonces no alcanzaron a vislumbrar claramente era que, en buena medida, gran parte de la debacle del malogrado Secretario de la SECODAM se debió a que estuvo recibiendo los "consejos" y la "asesoría legal" de uno de los funcionarios más incompetentes y corruptos que haya habido en la historia de México, Francisco Molina Ruiz.

No hubieron de transcurrir más de tres semanas desde que Francisco Barrio Terrazas dejó la titularidad de la SECODAM para que comenzaran a aflorar las corruptelas que se estaban llevando a cabo dentro de esta dependencia supuestamente dedicada a combatir la corrupción. Por principio de cuentas, al 24 de abril del 2003 REFORMA confirmó algo que ya varios medios y varios políticos sospechaban: la SECODAM estaba incurriendo en prácticas de espionaje político. De hecho, podemos citar como precedente de éstas actividades ilícitas un espionaje del que fué víctima el Diputado del PRD Héctor Elías Barraza Chávez del mismo Estado de donde había salido Francisco Barrio, pero ahora se confirmaba éste espionaje ordenado por Francisco Barrio Terrazas en contra del pueblo de México como una práctica pagada con los dineros del mismo pueblo de México que la SECODAM tenía asignados en su presupuesto. El responsable señalado como la dependencia encargada de realizar éstas actividades ilícitas era la Dirección General Adjunta de Investigaciones Especiales encabezada por Carlos Díaz de León (un exfuncionario del Estado de México involucrado previamente en otro sonado caso de espionaje), la cual estaba colocada bajo la Unidad de Auditoría Gubernamental dirigida por Rubén René Paredes. Es importante mencionar que la “recomendación” para contratar a Carlos Díaz de León provino del Oficial Mayor de la SECODAM Francisco Molina Ruiz.

Aunque Francisco Barrio Terrazas tuvo que dejar la titularidad de la SECODAM forzado por las circunstancias, se las arregló casi hincándose de rodillas ante Vicente Fox para que a Francisco Molina Ruiz se le respetara su cargo como Oficial Mayor de la SECODAM, cargo que Francisco Molina Ruiz estaría disfrutando a lo largo de todo el sexenio foxista. Tras lo cual este dechado de corrupción e incompetencia sería colocado por Felipe Calderón en otro puesto privilegiado y bien pagado dentro de la misma PGR para permitirle seguir disfrutando por seis largos años de las mieles del presupuesto, por obra y gracia del "gobierno del cambio". Y haciendo de las suyas con manos libres para ello, naturalmente; porque... ¿qué otra cosa se puede esperar de alguien como él?

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